lunes, 21 de octubre de 2013

El INTA evalúa la utilización de perros protectores de majadas

 
 En el Campo Experimental PotrokAike la Agencia de Extensión Rural Río Gallegos evalúa la utilización de perros protectores de majadas. Buscan disminuir las pérdidas de animales a causa del zorro colorado, principal predador que afecta la eficiencia productiva de la ganadería ovina del sur de Santa Cruz.
Anualmente se registra un importante número de animales muertos, que afecta directamente la eficiencia productiva de las majadas. Entre los principales factores encontramos aquellas pérdidas vinculadas a condiciones climáticas adversas, nivel nutricional inadecuado, inanición y predación, esta última asociada principalmente al zorro colorado (Pseudalopexculpaeus). Además, las pérdidas ocasionadas por abigeato y perros cimarrones comprometen aún más esta actividad, sobre todo en algunas zonas donde este tipo de problemas tiene mayor impacto.
Si bien las condiciones extensivas con las cuales se lleva adelante la cría de ovinos en Patagonia no permite conocer en qué medida afectan cada uno de estos factores, el porcentaje de corderos logrados al momento de la señalada se encuentra muy por debajo de lo esperado si tenemos en cuenta el potencial reproductivo de las razas utilizadas en nuestra zona. Sin embargo, es muy común que los recorredores informen de la existencia de animales muertos con lesiones típicas de un ataque provocado por esta especie.
Algunos estudios realizados previamente reportan que los ovinos son el segundo ítem alimenticio del zorro colorado, siguiendo a la liebre europea, que ocupa el primer lugar. Este predador prefiere alimentarse de animales jóvenes, por lo que su impacto es mayor desde el momento de la parición hasta el destete, disminuyendo hacia la época del servicio, aunque sin dejar de ser en muchos casos significativo. En algunas zonas, el impacto de este predador en época invernal es también importante.
El control de predadores es un trabajo que debe realizarse a lo largo del año, principalmente en aquellos establecimientos donde el número de corderos logrados es tan bajo que no alcanza para reponer los animales muertos anualmente.
Cómo métodos de control se puede optar por los denominados “directos”, que actúan directamente sobre los predadores, o “indirectos”, alterando el hábitat sin generar un impacto directo, o una combinación de ambos. Sin embargo, cualquier plan de manejo debe contar con un objetivo de reducción claramente especificado, para atenuar el impacto sin poner en riesgo de extinción a la población que se intenta controlar. Para poder establecer este objetivo, es necesario contar con información de parámetros poblacionales, distribución e impacto por zonas, etc., que es muy compleja de obtener.
El uso de perros protectores de majadas es otra opción de control que se está comenzando a utilizar con éxito en varios establecimientos ganaderos de Patagonia Argentina y Chilena. La propuesta se difundió en las Jornadas Ganaderas de Río Gallegos 2011, cuando el productor de la zona de Puerto Natales (Chile), José Antonio Kusanovic, (pionero en la introducción de estos animales) compartió su experiencia. Actualmente tiene un criadero de las razas Maremano y Montaña de los Pirineos y es el principal proveedor de esta, para nosotros, nueva tecnología.
Actualmente, en el Campo Experimental PotrokAike de INTA Santa Cruz se está conformando un núcleo de la raza Dohne Merino. Este proyecto, ejecutado en conjunto con Estancia Coy Aike S.A., busca obtener animales puros de esta raza partiendo de un cruzamiento sobre madres de la raza Poll Merino, y el nivel de avance dependerá del número de corderas que se puedan lograr anualmente. Durante noviembre de 2012 y mayo de 2013 se registró un importante número de corderos muertos por zorro colorado, lo que motivó la incorporación de una cachorra Maremano.
Tormenta, como se llama, nació en diciembre de 2012, y hoy se encuentra cuidando un grupo de borregas de primera esquila. Estos perros son de gran tamaño, fuertes y de aspecto rústico. Generalmente de color blanco, alcanzan una altura al nivel de la cruz de entre 65 y 75 cm en machos y entre 60 y 70 en hembras. El peso adulto de los machos es de 35 a 45 kg. y entre 30 y 40 en el caso de las hembras.
Según la bibliografía disponible, estos animales han sido seleccionados desde hace más de 6000 años para proteger majadas, sin embargo es necesario someterlos a un particular y dedicado entrenamiento antes de llevarlos al campo con los ovinos que deben cuidar. Una vez en el campo, los perros conviven con la majada en forma permanente, y ante cualquier amenaza se interponen entre el predador y la presa, evitando el ataque.
Actualmente son muchos los usuarios de esta herramienta en varias partes del mundo, utilizándose con éxito incluso en zonas en las cuales se intenta compatibilizar la cría de animales domésticos con la existencia de especies autóctonas predadoras.
En los primeros meses de utilización de la perra protectora no se han registrado pérdidas en la majada custodiada, mientras que sí se han encontrado ovejas adultas muertas por zorro en los campos linderos.
Como resultado de la prueba se espera contar con datos que permitan conocer el impacto real del uso de estos animales y una estimación de los costos y beneficios asociados con esta herramienta. Por otra parte, a partir del intercambio de información con otros criadores se podrá conocer más acerca de las mejores maneras de criarlos y las distintas opciones para solucionar las dificultades que puedan aparecer.

Por Emilio Rivera
Agencia de Extensión Rural Río Gallegos

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