domingo, 9 de septiembre de 2012


“La majada sufrió el impacto del clima y entre las lluvias y humedad está sentida”

URUGUAY : En el país de los extremos, este invierno ha sido fiel reflejo de cómo las situaciones cambian en un corto período en el departamento de Paysandú. De una seca importante entre junio y julio, agosto se despachó con más de 200 milímetros en gran parte del departamento, tres jornadas con alta humedad y temperaturas cercanas a los 30 grados, y nuevamente lluvias y heladas este fin de semana.
Para los criadores de ovinos, estos últimos días han venido bastante complicados. Primero la seca, que determinó que las campos estuvieran bastante feos. Después del agua que triplicó el promedio para el octavo mes del año y que “hizo realidad eso que no nos conformamos con nada”, comentó a EL TELEGRAFO José Ramos, productor de la zona de la colonia José Batlle y Ordoñez. “Pero hoy la realidad es esta, que debemos aceptarla a pesar de que ahora para las majadas está algo complicado pero tenemos la esperanza que mejore en los días venideros”, dijo.
Recordó que en esa zona –a unos 12 kilómetros de la ciudad de Guichón sobre Ruta 4–, en agosto llovieron 250 milímetros que “hizo bastante estragos en las cruzadas y alambrados, además de generar algunos problemas en la majada, que se ven algo sentidas, porque después del agua vino la humedad, agua nuevamente y ahora bastante frío y viento”.
Comentó que la majada en su predio aún no había sido esquilada: “Yo hago esquila preparto en los primeros días de setiembre y la parición es a partir de mediados del mes que viene en adelante. Pero quedaron ahora muy sentidas y con un color distinto al que tenían antes de las lluvias y tienen actualmente una lana muy lavada. Además, sufrieron mucho porque tuvieron de cuatro a cinco días en un fangal y eso se siente”. “Ahora será tiempo para mover las ovejas para dosificarlas y darles una buena toma como es lógico antes de la esquila, pero creo que en esta zona de basalto con algunos días oreando las pasturas se va a secar rápido y se van a mejorar porque quedaron algo débiles”, agregó.
Ramos explicó que el ganado también “sufrió bastante. Pero creo que si vienen jornadas con sol la situación comenzará a revertirse para bien”. De todas maneras, sostuvo que la helada sobre el barro de estos últimos días “repercutió bastante en los campos, que habían cambiado con las lluvias y tenían un verde muy lindo, y esta heladita complica ese desarrollo de las pasturas y la van a frenar”.
Bien recibidas
Más allá de algunos contratiempos en los tambos, que presentan mucho barro o problemas en la caminería del departamento, las precipitaciones en general fueron bien recibidas por los productores, aunque es común actualmente la frase “hasta acá estuvo bien”. En la mayoría de las zonas productivas las lluvias oscilaron de 100 a 200 milímetros y lo bueno es que, si bien hubo viento, no ocurrieron en el marco de temporales severos, más allá de las heladas sobre el barro del domingo y lunes.
Respecto al sector agrícola, las precipitaciones encontraron a los cultivos de invierno totalmente sembrados, apreciándose una mejora en el estado de los cultivos, pues estaban precisando agua. “Es mejor que las lluvias hayan llegado ahora y no cuando el trigo esté en plena floración”, indicaron técnicos consultados, quienes coincidieron en el notorio cambio que se aprecia porque “el agua llegó en un momento oportuno ya que se recargaron los perfiles del suelo a pocas semanas de comenzar a sembrar maíz”.
Para los tamberos, la lluvia generó buen ánimo ya que se necesitaba bastante. Habrá una pronta recuperación en la disponibilidad de comida en los diferentes predios y, además, se podrá iniciar de muy buena manera todo lo que son los cultivos estivales.

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